jueves, 15 de enero de 2009

No ves Camelot

NO VES CAMELOT
-Papi...mami me voy a la camita ya, que tengo sueño- Dijo el pequeño Tommy mientras les daba un besito a cada uno en la mejilla, corriendo a su cuarto para acostarse en las sabanitas con dibujitos de Pokemon. Al ratito su papi apareció por la puerta cogiendo un libro de la estantería que tenía el pequeño encima de la camita sentándose en el borde de la cama:
- ¿Listo para el cuento de esta noche campeón? - Dijo su papi mientras abría el libro por el principio.

- ¡¡¡Siiii, claro que si papi!!! - Exclamó el pequeño dando pequeños botes en la camita lleno de ilusión.

Cuando su papi empezó la historia, Tommy se acomodo en la almohada cerrando los ojitos, oyendo vagamente a su papi hablar de un mágico reino, Camelot le llamaba, un lugar en el cual la magia y los seres míticos se daban cita para divertirse y jugar, Tommy sin embargo y como de costumbre se quedó dormido antes de que su papi pudiera terminar el cuento.
Tommy abrió los ojos lentamente y se encontraba en un lugar muy diferente de su habitación en la cual se había quedado dormido, se incorporó un poco y anduvo por las calles mirando a todos sitios. Niños de su misma edad paseaban por allí riendo alegremente cogidos de la mano de animales que solo existían en los cuentos como unicornios, hadas, silfos, faunos... Tommy anduvo durante un rato más hasta topar con un gnomo parecido a una patata pequeña y con patas, el ser le habló con voz chillona:
- Tommy, al fin has venido a Camelot, pensé que no te vería nunca por aquí pequeño... - Dijo el gnomo dando saltos de alegría alrededor de Tommy.

- Esto... ¿Quién eres? - Preguntó el pequeño agachándose y cogiéndolo en la mano y subiéndolo a su hombro.

- Yo soy un gnomo, seré tu guía por el mágico mundo de Camelot durante todos los días, y me hacía mucha ilusión que vinieras pronto para jugar conmigo y los demás niños... Así que no perdamos más tiempo y vayamos a divertirnos mientras te muestro este sitio...
Tras decir esto, el gnomo saltó del hombro de Tommy tirándole del dedo índice con todas sus fuerzas mostrándole todo el reino mientras comían, reían y jugaban con los de más que estaban por allí. Al cabo de varias horas el gnomo le llevo hasta una fuente inclinándose hacia esta:
- Bebe de aquí Tommy, volverás de nuevo con tus papis pero mañana nos volveremos a ver, te lo prometo...
Tommy asintió tomando dos sorbos del agua de la fuente, despertándose nuevamente en su camita con las sábanas de Pokemon.
Los días pasaron lentamente y el pequeño siempre volvía por las noches al mágico mundo de Camelot, pero el día de su décimo cumpleaños y al igual que todos los que cumplen diez años, el pequeño dejó de creer en la magia y a partir de esa fecha no pudo volver al reino.
El gnomo continua esperándolo en la fuente donde el día antes de su cumpleaños le dejó, esperándolo pacientemente hasta que un día...

2 comentarios:

  1. bueno, XD, qué decir, hasta que un dia q? se muera? XD, q todas las historias las acabas iwal jajaa

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  2. En esta no se muere uu' tu que ves muertes por todos lados...simplemente el chaval se hizo mayor y dejo eso a imaginación de la gente para que la siga como quiera...pero no esta muerto ¬¬

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